Durante la segunda guerra mundial un avión es derribado. A bordo de éste se encuentran varias decenas de niños de edades comprendidas entre los seis y los doce años. Caen en una isla desierta, aislada de cualquier vestigio de civilización. Ningún adulto sobrevive al aterrizaje, y los chicos se encuentran de repente solos a merced de su propia iniciativa. ¿Serán capaces de sobrevivir ellos solos? ¿Cómo se las apañarán para mantenerse unidos y a salvo de los posibles peligros que aguardan en aquel lugar? ¿Alguna vez podrán ser rescatados?.
Los humanos son animales. Racionales, pero animales a fin de cuentas. Y como tales tienden a sobrevivir en las condiciones más adversas, aquellas en las que uno jamás creería poder hacerlo salvo cuando la propia experiencia lo contradice. Su comportamiento es impredecible, y si bien las normas de conducta que rigen nuestra sociedad son buenas en según qué circunstancias, no es menos cierto que cualquier norma se rompe ante una situación adversa.
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